Casamance alberga la mayoría de las tribus de Senegal, las cuales son más conservadoras aquí que en cualquier otro rincón del país. Cuando te dicen que para llegar a Eloubaline, solo hay una forma de hacerlo y que es en una desvencijada canoa a través de laberínticos manglares plagados de garzas y flamencos, te imaginas de todo menos lo que nos encontramos al llegar. El recorrido inundado no solo de agua, sino de silencio, terminó a orillas de la aislada isla, donde un montón de niños alegres se agolparon alrededor de la pequeña canoa en la que llegábamos y nos ayudaron a bajar.
En pleno agosto, estaban de vacaciones y nos recibieron con expectación. En pocos instantes se formó una algarabía de sonrisas que nos dejaron sin palabras. Derrochando simpatía la mayoría y paralizados por la expectación algunos menos, los niños de la isla nos acogieron con entusiasmo. Nos acompañaron durante la mayor parte del tiempo que estuvimos en la isla compartiendo con nosotros sus costumbres y sus vidas.
Eloubaline es uno de los pueblos Diola más auténticos y conservados de Senegal. Esta aldea es la que más casas in pluvia alberga de todo el país. Casas que, además de su belleza arquitectónica y de su rica historia, permiten recoger el agua de las lluvias, un recurso muy escaso en esta pequeña isla.
Con muy pocas infraestructuras básicas, Eloubaline trata de generar vida y de ofrecer a sus habitantes lo necesario para los niños crezcan sanos y felices.
Visitamos la escuela que en aquel momento estaba en plena reforma. Un gran almacén vacío, con un enorme techo de uralita, aspiraba paciente a albergar a los niños al final del verano. Una gigantesca pizarra de lado a lado en la pared del fondo, con restos de tiza de la última clase del profesor, nos ayudaba a visualizar cómo estarían dispuestas las mesas en septiembre.
Nos enseñaron con mimo todo aquello que conformaba su mundo. El dispensario, la maternidad y la canoa que hace las veces de ambulancia. Finalmente llegamos a los arrozales donde trabajan la mayor parte de los habitantes de Eloubaline y donde se ubican las cisternas construidas por la ONG internacional ENDA-Tercer Mundo para recoger las aguas de la lluvia, los diques anti sal financiados por el PAM (Programa Alimentario Mundial).
Eloubaline es una joya de Senegal. Un lugar tan pequeño como mágico y auténtico que nadie debería dejar de conocer ni, si tiene la oportunidad, de volver.
Fotografía: Sonia de León y TENGO7GATOS